Visitas

lunes, 6 de mayo de 2013

Lluvia de "putas"



Las nubes en el cielo estaban grises y la lluvia se aproximaba. Muchas personas se aglomeraron en el arco del Ejido alrededor de las 16:00 y entre ellos estaban manifestantes, curiosos, fotógrafos, periodistas, infiltrados, entre otros.



Ana Almeida, con su cabello cubierto con la capucha de una chompa roja, hablaba con un grupo de mujeres que usaban pantalones negros y brasieres rojos, al parecer vinieron de la ciudad de Cuenca para participar en la marcha de las putas y así dejar claro su voz de protesta.

El reloj tocó las 17:00 y todo estaba listo. La música empezó a sonar con más fuerza y los marchistas se colocaron en columna de filas para dirigirse a la Plaza Fosh, al norte de Quito, donde sería la concentración al final del recorrido.

Los canticos abrigaban a los manifestantes “¡el que no salta es machista, el que no salta es machista!” “¡no es no!” “¡yo escojo a quién me cojo!” y muchas más como un eco vibrante en la calle Juan León Mera.
La presa audiovisual se apresuraba a tomar fotografías de los mejores ángulos posibles, al igual que la prensa radial y escrita que hacía entrevistas a varias personas y cabecillas de la manifestación a la igualdad de los derechos de las mujeres.

Después de cinco cuadras de caminata, a las 18:15 horas comenzó a caer una lluvia leve pero al término de las 18:40 esta empeoró. Las gotas eran gruesas como el granizo, mientras el viento azotaba y movía los carteles que no poseían orificios para el libre manejo de los mismos.

Los marchistas y acompañantes parecían preocuparse por la lluvia, ya que la mayoría en son de protesta llevaba ropa pequeña. Algunas personas de varios géneros portaban ropa interior, faldas, tops, mascadas, entre otros.  Pero la preocupación superó límites y la influenza quedó de lado para las mamás de niños y público en general.

La lluvia seguía, no pasó a tormenta pero tampoco se calmó. Los curiosos no faltaron para examinar y hablar mal de aquellas personas que tratan cada día de parar la violencia de la sociedad, que con su instrumento machismo y sexismo hiere y mata a mujeres cada minuto en el mundo.

Los manifestantes estaban por llegar, aproximadamente a las 19:00 al lugar pactado. Después del maltrato climático que no paró, se esforzaban y con sonrisas en boca llegaban. Otra multitud les esperaba en la Plaza Fosh, muchos que abandonaron la marcha para salvarse de la lluvia y perezosos que evitaron caminar, pues sabían dónde terminaría la marcha y comenzaría el show con artistas, discursos y proclamaciones que propondrían varios líderes de los géneros.

Las autoridades y fuerzas policiales no dejaron extrañar su ausencia, puesto que apresuraban la circulación de la marcha de las putas. Tal vez para que el transito no colapse o para opacar la presencia de la misma.

ERIKA POSSO

¿Somos sumisas con tacones? o ¿"putas" con faldones



Sin darse cuenta Michael Sanguinetti en su conferencia seguridad civil en Osgoode Hall Law School en Toronto, aseguraba que "las mujeres deben evitar vestirse como 'putas' para no ser víctimas de la violencia sexual".  Muchas mujeres marcharon con tacones y escotes ligeros por las calles de Toronto indignadas por las declaraciones de Sanguinetti. A pesar de que Sanguinetti se ha disculpado por sus declaraciones, las marchas siguen cobrando fuerza, Ya se han registrado manifestaciones con el mismo principio en Australia, Reino Unido y Estados Unidos. Ahora es el turno de América Latina.
Las mujeres de México marcharon por reivindicar su derecho a la seguridad sexual y a vivir libres de estereotipos, en Colombia también se hicieron escuchar haciéndoles entender a la gente que nada justifica la violencia sexual contra las mujeres. En Ecuador se dio el sábado 22 de abril convocando a  mucha gente entre hombres, mujeres, niños entre otro. Los manifestantes buscaban decirle no a la violencia sobre sus cuerpos y sus vidas, fue el objetivó de la marcha.
Hay estadísticas ecuatorianas que el 64 % de mujeres han sido víctimas de alguna violencia, es por eso que los manifestantes recordaban los casos de violencia en la mujer se han dado meses atrás. La marcha inicio en el parque El Ejido, recorrió varias calles de La Mariscal, donde predominan locales de diversión nocturna. En la plaza Foch fue el punto final donde se instaló una tarima para la presentación de grupos musicales y artísticos.
“No hay que ser sumisas para que no abusen de las mujeres o vestirse con escotes y tacones para que no te violen”, fue el comentario de María Clara una de las manifestantes. Se debe tener en cuenta que las agresiones sexuales son responsabilidad de quienes las llevan a cabo y no de las víctimas.
En si el objetivo de la marcha es exigir respeto y protección de parte de los violadores,  también decirle a toda la sociedad  y a las autoridades que no se puede ya seguir culpando a las mujeres porque supuestamente parecen putas. No por ser una trabajadora sexual es una razón para ser agredida sexualmente. Los agresores sexuales y la sociedad machista deben aprender a controlarse con sus expresiones, gestos y forma de ser ante las mujeres. Hay que destacar que nos se reunieron solo mujeres, sino que estuvo abierta a todas las personas, de cualquier expresión y orientación de género, profesión, nivel educativo, etnia, edad, comprometida en la lucha contra la violencia sexual.

M. VILLACRÉS 

"Marcha de las Putas"


En la marcha no solo estuvieron mujeres quiteñas, sino también cuencanas. evidenciando su malestar contra      las violencias sexistas y machistas del sistema. 



La representación de opresión a las mujeres y diversidades de géneros diferentes marcaron reflexión en la marcha.  



Formas y expresiones no se hicieron esperar en la marcha de las putas, dejando claro su intención. 



"No es no" fue una de muchas consignas plasmadas en carteles y cantadas por mujeres, hombres y diversidad de géneros en la calle Juan León Mera, al norte de Quito.


E. POSSO
M. VILLACRÉS