Desde sus inicios, la noticia se ha considerado como uno de los principales géneros periodísticos. Su estructura ha sido concebida para suministrar la máxima información en el menor tiempo y espacio, dejando de lado aquellos detalles que la convierten en el género más completo e informativo, para transformarse en el más vendido y rentable.
La periodista Mar de Fontcuberta en su libro “La Noticia” realiza un análisis de este género situándose desde sus inicios hasta llegar a su íntima estructura. Si se dice que el periodismo más que papel es sangre y fuego, a continuación se comprenderá porque este género pasó a ser simple papel.

De Fontcuberta inicia su análisis reconociendo que es muy difícil redactar una noticia sin tener un cierto esquema mental de la misma, que está debe tener una especie de guión que posiblemente llegue a modificarse a lo largo de la redacción pero que, en cualquier caso, será siempre necesario. Para iniciar dicha redacción, es importante preguntarse ¿qué es lo que se quiere decir? Y, ¿a quién se lo quiero decir?, esto ayudará al periodista a ubicarse dentro de un contexto determinado y le ayudará a desarrollar un lenguaje para el público que va a obtener la información.
Pero, ¿cómo escriben las noticias los periodistas de hoy? Tal vez no haya una respuesta unanimizada ya que el estilo juega un papel importante y las redacciones noticiosas se apegan poco o nada a los manuales periodísticos o a las cátedras que se imparten en las facultades de comunicación social. De Fontcuberta responsabiliza de esta transformación estructural de la noticia a las tecnologías y a las interacciones con los mismos medios de comunicación, ya que exigen redactar el máximo de acontecimientos en el mínimo espacio y ordenarlos por su nivel de importancia.
Frente a esta necesidad de noticias cortas y concisas fue necesario la creación de un patrón que “academizaría” la nueva forma de redactar una información, así nace la “pirámide invertida”. En medio de escenarios que requerían premuras informativas, los periodistas se vieron obligados a tomar lo más importante de un hecho y colocarlo en forma descendente, es decir, lo más importante arriba y lo menos crucial abajo. Y a este pedacito de información primordial, le dieron el nombre de lead (lid), haciendo referencia a la palabra inglesa leader, que en español significa líder, o sea, el que cumple el papel más importante.
Con este estilo periodístico ya configurado, fue necesario estructurar este lead de tal manera que cumpliera con las necesidades informativas del lector. Ponerse en la posición del consumidor de información fue un elemento primordial para generar esta estructura, y, respondiendo a seis preguntas “cotidianas”, se intentó comprimir el hecho en seis preguntas: ¿Qué ha sucedido?; ¿Quiénes son sus protagonistas?; ¿Dónde ha sucedido?; ¿Cuándo ha sucedido?; ¿Por qué ha sucedido? Y ¿Para qué ha sucedido? Como señala De Fontcuberta: “La respuesta a estas preguntas debe hacerse a lo largo de la noticia, a través de una determinada estructura”.
Cuando ya se tiene claras estas preguntas, junto con las dos iniciales que se exponen en párrafos anteriores de este texto, es posible dotar a la noticia con una estructura determinada. Así se llegó a determinar que una noticia consta del lead, como el núcleo fundamental, y el cuerpo, que es la explicación de la noticia en sí. El lead es el primer párrafo de la noticia y su parte fundamental. En él deben hallarse los datos más importantes que la configuran. Toda noticia puede tener muchos elementos, muchas facetas, pero en el lid sólo puede aparecer lo más importante, el resto constituirá el cuerpo. Es importante tener esto en cuenta porque muchos periodistas consideran erróneamente que el lid debe ser un resumen de las seis preguntas citadas anteriormente, con lo que convierten el primer párrafo de la noticia en un texto farragoso y difícil de leer.
El cuerpo de la noticia se desarrolla con el resto de datos del acontecimiento. En él, los datos del lead se explican y se amplían ayudando a ubicar la noticia en un determinado contexto. Además se aporta otros datos secundarios o de menor importancia. Pero en un mundo que requiere “eficacia”, las noticias deben ser cortadas por cuestión de espacio o tiempo y en este entorno se hace necesaria la introducción de la pirámide invertida como el método que informa al lector de las cosas más esenciales de la noticia. En este sentido de poco espacio, tiempo y concisión, sale a la luz la noticia simple que contiene en su lead una sola idea básica que remite al contenido del cuerpo y el tema en general de la noticia. A la vez, debe tener su contraposición con la existencia de una noticia con varios elementos que se basa en aquellas informaciones que cuentan con varios datos de la misma importancia que tienen relación entre ellos.
Con respecto a la eficacia informativa, De Fontcuberta señala algunas pautas para realizar noticias que cumplan con este parámetro tan imprescindible en la actualidad. Uno de las pautas es el llamado párrafo partido el cual está pensado para facilitar la comprensión de la noticia, pero al mismo tiempo, permite al periodista añadir ciertos datos a la noticia antes de que ésta se publique. Así el periodista puede agregar un párrafo en distintos lugares del cuerpo de la noticia sin que cambie de sentido o se alteren los otros párrafos previamente escritos. Pero para emplearlo hay que tener claro en la mente cómo va a ir configurada a noticia, además se deben utilizar las palabras y frases de transición y la palabras llave, pues estas, colocadas al iniciar el párrafo, le dan coherencia y continuidad ala párrafo, además de romper con la idea que termina y enganchar enseguida a la idea que va a comenzar.
Finalmente, luego de presentar el estilo noticiosos que debe manejarse en la actualidad, es imprescindible determinar los tipos de noticias que se conjugan en el ámbito periodístico. Así existen seis tipos de noticia: de sumario, que informan sobre diferentes temas que provienen de una única fuente informativa; cronológicas, que se utilizan cuando la sucesión de los hechos y su desarrollo cronológico constituyen un sujeto informativo en sí mismo; de situación, habla de temas sociales mediando entre la prevención y la denuncia; complementarias, que completan a la noticia principal; espaciales, cuando habla de una noticia que se desarrolla en diferentes lugares; y de interés humano, que apela a la emotividad del lector.
Todos estos tipos definidos por De Fontcuberta, se subyacen a dos clasificaciones que determinan en sí el contendido de la noticia y marcan un diferencia trascendental en el periodismo. Antes se creía que la noticia debía informar de una manera totalmente mecánica y generalizada, pero en un sociedad con medios de comunicación eficaces (televisión, radio, redes sociales), es necesario reconquistar a los lectores utilizando herramientas literarias para informar. Así se determinan las noticias directas y las de creación, siendo las primeras las que buscan informar de acontecimientos que les interese a un público masivo, y las segundas, las que a través de ciertos datos, buscan no sólo informar, sino también entretener al lector dejando de lado el crudo lenguaje periodístico y centrándose un poco en l literatura.
Pese a todas las consideraciones tomadas para realizar una noticia, cabe destacar como este género periodístico ha ido perdiendo su real esencia y se han convertido en un elemento de marketing tanto para los medios de comunicación como para los periodistas. Si se desea enfrentar la realidad con las concepciones de que informar es la esencia del periodismo, se estaría viviendo en una utopía, en una era pasada, en la que el periodista era el único duelo de sus noticias y definía su estructura de acuerdo a su concepción informativa. En la actualidad, cada comunicador se debe a su medio y al avance tecnológico, y debe acomodarse a ellos sin dejar de lado la ética profesional que muchas veces tratará de ser menada.
Las afirmaciones de Mar de Fonstcuberta nos sitúan en la realidad periodística, y a diferencia de varios autores, señala las pautas que se deben seguir para hacer periodismo actual y eficaz. Es inevitable pensar que el periodismo actual es un servilismo a los intereses de determinados entes, pero también es necesario reconocer que ha sabido estar a la vanguardia de los avances humanos, tanto tecnológicos como sociales. El periodismo “a sangre y fuego”, se lo sigue implementando en otro tipo de géneros más libres, pero en el caso de la noticia, hay que reconocer que por las circunstancias antes mencionadas, pasó a ser un simple género de papel… o de una pantalla.
A. VACA
Me pareció muy interesante esta reseña del artículo de Mar de Foncuberta y desearíamos saber el autor o la autora.
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